La casa de Anna y Abel es una de las primeras experiencias en las cuales hemos aprendido y puesto en práctica aquello que denominamos "construir espacios de vida". Desde la confianza, el afecto y las ganas de aprender, este proyecto nos ha acompañado e ilusionado durante los primeros años de nuestra aventura. Nos ha visto crecer a nosotros, y nosotros a él (y a ellos).
La rehabilitación de esta vivienda busca configurar el patio como el elemento vertebrador del proyecto, ampliándolo y generando un recorrido vertical desde planta baja a la azotea, conectando la calle con el cielo de Almussafes, situando en la Torre Árabe del siglo IX como punto final de perspectiva de este recorrido.
Con una materialidad y una forma de construcción sincera y con pocos recursos, se consigue crear un ambiente cálido y acogedor para la vida cotidiana.